domingo, 2 de noviembre de 2008

La nostalgia del submarinista

Ya ha llegado el otoño, el frío y el mal tiempo. A este punto, muchos submarinistas empezamos a guardar nuestro equipo de buceo con cierta nostalgia a la espera de volver pronto al mar. Seguro que muchos de nosotros ya estamos contando los días o haciendo cálculos para saber cuando podremos volver a zambullirnos en el fondo azul.
Y ahora qué? Pues ahora y como cada año nos queda revivir y recordar todas aquellas inmersiones que hemos hecho durante toda la temporada. Disfrutar de esos momentos y emociones que nos ayudarán a pasar rápido la travesía del invierno y que alimentarán el "mono" de bucear que todos llevamos dentro.
Así pues, para los que tengáis ganas de leer un poco sobre submarinismo os contaré mi inmersión d'Es Pont d'en Gil en Menorca.
Era una tarde de Agosto, cuando llegamos con la semirrígida a una especie de ensenada. Para acceder a ella pasamos por debajo de un gran arco de roca que emergía del mar y que se le conoce por Es Pont d'en Gil. Allí estábamos, mi compañero de inmersiones Manel y también mi buen amigo David, el cual, en su día fue mi profesor y mi referencia en el mundo del buceo.
Sin más, nos lanzamos al agua y una vez asegurado el ancla en el punto de fondeo, nos dirigimos en busca de la entrada a la cavidad.




Antes de la inmersión yo ya había visto alguna que otra foto de lo que aquello nos aguardaba, pero os puedo decir que la realidad superó cualquier imagen de cualquier guía de submarinismo.
Una vez encontrado el acceso a la cueva a unos 12 metros de profundidad encendimos los focos para que poco a poco los 300 metros de caverna submergida nos atrapara y nos fuera sorprendiendo con sus caprichosas formas morfológicas.
A medida que eramos tragados por la galería nos íbamos girando para ver los contraluces que dejábamos detrás bajo una gran bóveda de granito.
Poco a poco íbamos adentrándonos y a nuestro paso nos cruzábamos con brótolas, pequeñas gambas y alguna que otra corvina.
De pronto, la geografía del lugar empezó a mostrarnos como las estalagmitas subían del suelo casi a tocar con las estalactitas que bajaban de la bóveda. Y así, como si se tratara de un paseo entre columnas de piedra fuimos llegando al final de la cavidad donde el agua salada y el agua dulce se encuentran y crean una inmensa termoclina con el agua turbia que te hace pensar que estas en el centro de la tierra perdido. Pero nada más lejos de la realidad, es una inmersión sencilla que exige unos mínimos y llevar una buena iluminación. Al final del túnel, llegamos a La Playa, llamado así por los lugareños por haber arena blanca en el fondo.
Al tratarse de una inmersión de poca profundidad el consumo de aire era bajo. Aún así y por estar dentro de una cueva fuimos regresando esta vez por la superficie, ya que existen tramos donde se puede ir con la cabeza fuera del agua, eso si, respirando con el regulador por si el aire estuviera viciado.
Finalmente y ya a las afueras de la cueva, una gran zona de posidonia, roca y arena blanca nos permitió finalizar nuestras reservas de aire y subir a la superficie.
Sinceramente, Es Pont d'En Gil es una de aquellas inmersiones en las que todo buceador debería hacerla alguna vez para que tomara buena nota de lo caprichosa que puede ser la madre naturaleza. Seguramente, si dicho atractivo natural estuviera en tierra ya lo habrían explotado turísticamente y centenares de turistas pagarían por ir.

6 comentarios:

Shedir dijo...

Buenas!! Pues si que hay morriña. Nosotros teníamos este pasado finde una viajecillo a Javea para limpieza de fondos y al final no ha podido ser porque mi media naranja tiene otitis.

Pero el día 28 de diciembre hasta el 5 de enero, si todo va bien, disfrutaremos de las aguas de las Maldivas.

Pondré fotejos en el blog.

Besos

Albert Gimeno dijo...

No se si ya has estado, pero vas a ver cosas increibles allí bajo ese manto azul con arena blanca. Nosotros estuvimos hace 1 año y ya estamos pensando en volver. Siempre decimos que dejamos algo en aquél lugar y que tenemos que volver.
Buen viaje y buen azul

Kalruth dijo...

ala, ala, ahi, dando envidia!!!!! pos yo estuve en Thailandia, ala!!.

Bromas aparte, no me faltan ganas de ir a ese sitio (y eso que lo de las cuevas me da cosica).

Yo, de todos modos, suelo bajar al azul siempre que el mar lo permite, aqui las visibilidades son mejores en invierno y se disfruta tanto o mas que en verano..... un extra añadido al traje en forma de chalecho de neopreno y "pabajo" a disfrutar!

Shedir dijo...

Pero bueno toxo!!! Y ese nombre?
Un beso

Albert Gimeno dijo...

Buena pregunta!!! también me lo pregunté yo en su momento!! A ver que nos dice Toxo.

Anónimo dijo...

el nombre es de una planta, el tojo (gen, ulex), no tiene mas secreto que ese