El dhoni azul, puntual a su cita diaria, ponía su proa rumbo al punto elegido para bucear.
Nos encontrábamos en Meeru Island, una isla paradisiaca en medio del Océano Indico. Un regalo de la vida en medio de un extenso manto azul.
Era la primera vez que buceaba en Maldivas. Para muchos es la meca del submarinismo: extensos arrecifes de coral, tiburones,napoleones, delfines, mantas...cualquier especie marina es probable encontrártela bajo el agua. Después de 30 minutos de navegación el dhoni paro los motores. Habíamos llegado, esa iba a ser mi primera zambullida en el océano Indico.
La Isla de Meeru Island alberga en su resort un establecimiento inmejorable y muy respetuoso con el medio ambiente. Y en sus aguas a no más de 50 cm de profundidad la vida animal sorprende desde el primer segundo cuando te das cuenta que estas bañándote o haciendo snorkel rodeado de tiburones puntas negras y rayas.
Llegó el gran momento. En el agua empezamos a deshinchar los jackets y a hundirnos en un fondo azul que siempre había soñado.
El resort dispone de un centro de buceo muy profesional dónde por primera vez en todo el tiempo que hago buceo me obligaron hacer un test de maniobras básicas bajo el agua para ver el grado de conocimiento. Es más, te obligan a llevar un globo de descompresión ya que todas las inmersiones se realizan con corrientes y a la deriva.
A 20 metros empezó el festival. Una explosión de vida y colores me impedían detenerme. Empecé a contar todos los tiburones de puntas negras y blancas que iba viendo hasta que llegado a un buen punto decidí dejar el recuento.
Solo era la primera inmersión y me quedaban muchas por hacer pero dentro de mi una voz me decía que se había cumplido un gran sueño: Bucear en el fondo azul de las Maldivas.
GRAZIE FABIANA, TI AMO TANTO!!!!
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